Cuando el fútbol tiene algo que decir
El futbolista iraní Amir Nasr-Azadani fue condenado a la pena de muerte por alzar su voz contra la violenta represión desatada por el caso de Mahsa Amini y en defensa de los derechos de las mujeres. Varios jugadores expresaron su repudio. Pero falta mucho más.
Por Gabriel Michi (www.mundonews.com.ar)
Hablar es peligroso cuando el poder intenta imponer el silencio. Pero no hacerlo es aún más peligroso. En lo individual y en lo colectivo. El silencio se vuelve entonces en cómplice de la violencia y de la irracionalidad. Del ejercicio más brutal del poder sobre los derechos de las personas. Y eso es lo que está en juego hoy. El futbolista iraní Amir Nasr-Azadani, de 26 años, fue sentenciado por el régimen de su país a la pena capital tan sólo por alzar su voz contra la violenta represión que se desató por la muerte de la joven Mahsa Amini (el 16 de septiembre), quien pereció cuando fue detenida por la Policía de la Moral por no llevar bien colocado el velo. El caso de la joven recorrió el Mundo y generó una ola de indignación internacional y nacional, con multitudinarias marchas que fueron repelidas con fiereza por el régimen dejando un saldo de al menos 400 víctimas fatales. Contra eso y contra el sojuzgamiento de los derechos de las mujeres se rebeló Nasr-Azadani con sus palabras y ahora su familia vive bajo amenaza y él fue condenado a muerte. Distintas voces de otros jugadores se hicieron sentir en todo el plantea para repudiar semejante locura. Pero falta mucho más. En la víspera de la final del Mundial que se disputará el domingo en Qatar entre Argentina y Francia hay mucha expectativa y demanda internacional buscando que alguno de los futbolistas que tendrán sobre sí los ojos de todo el planeta tenga algún gesto de solidaridad que visibilice el drama de este colega. Y, con ello, el de miles de iraníes perseguidos.
Desde el sindicato mundial de jugadores de fútbol profesional ya sentaron su posición: «FIFPro está conmocionado y asqueado por las informaciones según las que el futbolista profesional Amir Nasr-Azadani podría ser ejecutado en Irán después de haber hecho campaña por los derechos de las mujeres y las libertades fundamentales en el país. Somos solidarios con Amir«. El jugador, defensor del club iraní de Iranjavan (y que integró la Selección juvenil Sub-16), empezó su carrera como futbolista en el equipo de Teherán, Rah-Ahan, y en él debutó en la Premier League de Irán.
El jefe de la Autoridad Judicial de Ispahan (centro-oeste del país), Abdullah Jafari, indicó el domingo que el futbolista, que permanece detenido desde el 18 de noviembre, estaba acusado de pertenecer a un grupo de nueve personas que trataron de atacar los «fundamentos de la República Islámica de Irán« y lo responsabilizó de ser parte del grupo de ciudadanos que originaron una protesta en esa localidad el 16 de noviembre pasado. En esos hechos murieron tres agentes de seguridad.
Con el posicionamiento del sindicato internacional de futbolistas se institucionaliza un reclamo que ya habían realizado en solitario varias figuras del deporte como el colombiano Radamel Falcao: «Esto es inaceptable«, señaló. También se expresó Marc Bartra, ex del Borussia Dortmund y del FC Barcelona, quien se enojó por las indiferencia del mundo del futbol; Borja Iglesias, delantero del Real Betis de España, quien salió en defensa de la Libertad de Expresión y condenó la sentencia; Óliver Torres Muñoz, jugador del Sevilla FC. Y en respaldo de Amir Nasr-Azadani también salió la ex estrella internacional iraní Ali Karimi, ferviente defensor de las manifestaciones, quien inició una campaña vía Twitter bajo la consigna: «No ejecuten a Amir».
El sindicato internacional de futbolistas siguió los pasos del repudio ya expresado por algunos jugadores.
Quienes también hicieron público su rechazo fueron los hijos de Diego Maradona, a través del Instagram con su nombre. Dalma Maradona publicó: «Me pregunto: ¿qué harías vos, papá, si estuvieses jugando esta copa del mundo?». Y agregó: «No a la pena de muerte en Irán a Amir Nasr-Azadani«
Ahora resta ver qué pasarán las estrellas de las selecciones de Argentina y de Francia en la final del Mundial Qatar 2022, en el evento deportivo más visto en todo el planeta. Es mucha la presión que existe sobre ellos para que se expresen sobre esta tenebrosa sentencia a muerte. Pero se sabe que la FIFA, con un escandaloso poder plenipotenciario sobre todo y todos, ejerce su mano de hierro hacia aquellos que se quieran correr un ápice del discurso futbolístico y les impiden hacer cualquier manifestación «política», lo que no deja de ser una manifestación política en sí. Ni siquiera por cuestiones humanitarias o vinculadas al derecho de las personas, como quedó demostrado con la defensa de las garantías para la comunidad LGTBQ. Por eso es posible que, otra vez, el silencio sea atronador. Justo cuando el fútbol tiene mucho que decir.
Fuente: MundoNews – Gabriel Michi