INCENDIOS FORESTALES: SEGUIMOS LLEGANDO TARDE CON LOS BRIGADISTAS

Por Patricia Ranea Pastorini*

En octubre de 2022, publicábamos una nota  de opinión donde señalábamos que estábamos “a tiempo de reconocer la labor de los brigadistas forestales, hombres y mujeres que realizan sus tareas a partir de un enorme compromiso”.

Tanto es lo que decimos que, desde el sector político, imagino que no habrá concejal, legislador, diputado o senador, además de intendentes y gobernadores que no reconozca sus esfuerzos, los valore como héroes e incluso, como vimos en estos días, que quieran sacarse unaselfiecon ellos. 

Pero lo cierto es que de arreglar una jubilación acorde al sacrificio de estar frente al fuego, protegiendo bienes ajenos o comunitarios, seguimos lejos y en algunos casos ciegos y sordos.

Hacíamos referencia en esa nota, al 4 de mayo: Día Internacional del Combatiente de Incendios Forestales. Aunque también decíamos que las celebraciones deben acompañarse con hechos concretos, capaces de reconocer –en este caso- el sacrificio; la entrega y el riesgo de perder la vida.

Y en tal sentido mencionamos un proyecto que esperaba ser aprobado en Diputados de la Nación y que había sido impulsado por integrantes del Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF), para establecer un Régimen Previsional Diferencial, destinado a trabajadores que se desempeñaron como combatientes en los incendios forestales.

Razones, hay cientos: el riesgo en la emergencia hasta consecuencias físicas de todo tipo, entre ellas, las respiratorias.

Sin embargo, el proyecto no avanzó, los brigadistas continúan esperando por la ley pero la película sigue siendo decir mucho y hacer poco.

Porque en rigor, parece necesario reconocerlos y publicar, como hemos visto en estos días, miles de historias por parte de la dirigencia política y de todos los colores y estados pero no hemos encontrado a ningún funcionario o representante: concejal; legislador; diputado o senador, diciendo que al menos mandarán una comunicación a los organismos intervinientes para que se regularicen los contratos denigrantes y se apruebe la ley para que cuenten con una jubilación anticipada, debido a la exposición e insalubridad de la tarea.

Y no estamos hablando de los del SPLIF de Río Negro, que quizás son los que mejores condiciones laborales tienen, como tampoco hablamos de todos o todas las personas que trabajan en cada dependencia, sino que tomamos la propia diferencia que han hecho ellos, entre los que se encuentran en el combate del fuego y los que cumplen otras funciones. Para los que podemos decir que, aun con  el régimen especial jubilatorio, las condiciones laborales deberían ser para todos iguales.

Los brigadistas han sido movidos para depender de distintas áreas, a través los cambios de gobiernos nacionales. Si bien cada administración tiene el derecho de establecer el organigrama que considere, en todos los casos y año tras año, los perjudicados han sido los combatientes de incendios forestales. Mientras la administración se pone de acuerdo viene un incendio y después otro y otro más. Aunque colguemos sus fotos en las redes sociales social y digamos que son héroes.

Ya que, en algunos casos siendo favorecidos con una ley para el régimen jubilatorio, no accederían al beneficio por precariedad laboral proveniente del propio Estado.

Ergo, como suele suceder, nuestra cotidianeidad se presenta con dos caras. Y en este caso aparece una con cierta perversidad. Porque insistimos, no existe político alguno, que esté en funciones, que no quiera sacarse una foto con los brigadistas o hacer algún comentario al respecto.

Entonces, nos preguntamos: qué dirigente o sector político se animará a tomar las riendas para mejorar sus condiciones laborales y jubilatorias. Dado que, por un lado, son los únicos que lo pueden hacer y por el otro: razones no faltan, ¿no?

*Patricia Renea Pastorini: legisladora (mandato cumplido) de Río Negro.